*Fragmentos de los tres movimientos.

SEPTIEMBRE...

CONCIERTO EN LA MENOR OP. 16 PARA PIANO Y ORQUESTA.

*PEER GYNT SUITE Nº I OP. 46 Y Nº II OP. 55.

Concierto en La menor Op. 16 para piano y orquesta

 

l sentido poético que alienta la obra de Edvard Hagerup Grieg (1843-1907) aparece particularmente latente en el contenido del Concierto en La menor Op. 16, para piano y orquesta, escrito durante el verano de 1868, cuando el autor contaba tan sólo 25 años de edad y acababa de casarse. En aquella época, Grieg pasaba una temporada de descanso en Sollerod, una granja dinamarquesa, en las cercanías de Copenhague, paraje danés muy pintoresco, cuya belleza y placidez parecería haber influido en la inspiración del músico para la creación de esta obra.

Fué una época bendita, durante la cual Grieg se pasaba escribiendo dos o tres horas por la mañana, dedicando el resto de su tiempo a pasear, a leer, o a conversar con sus amigos frente a una jarra de cerveza.

El Concierto resultante de este feliz verano, fué bien recibido en su estreno, en 1869. Un crítico vio en él a "toda Noruega en su infinita variedad y unidad" y comparó el movimiento lento al "brazo de un lago de montaña que yace soñando en la infinitud".

Poco después del estreno, Grieg recibió una carta que le produjo honda excitación. Venía del gran Franz Von Liszt, que por entonces vivía ya en semi-retiro, en las vecindades de Roma. Liszt había conocido tiempo antes una juvenil sonata de violín del autor noruego y acusó recibo felicitándole por su "fuerte, creador, fértil y bien disciplinado talento", instándole a visitarlo para que pudieran conocerse mejor uno al otro. Grieg no se hizo esperar, pocas semanas después partía para Roma.

En la primera entrevista, ejecutaron la sonata que tanto había complacido a Liszt, tocando el autor la parte del piano y Liszt reproduciendo en la región aguda del mismo instrumento la correspondiente al violín. Después hizo Liszt una de sus cosas espectaculares, sorprendentes, improvisando la obra en el piano y haciéndola sonar tal como resultaría de fusionar los dos instrumentos para los cuales fué escrita la sonata. En una palabra: ofreció la trascripción  pianística de la obra.

En la segunda visita que celebraron, Grieg llevó consigo la partitura del Concierto de Piano, acabada de enviar por sus editores de Leipzig. Se hallaba presente también un grupo de músicos y de damas que merodeaban en torno a Liszt "como si quisieran comérselo, con pelo, piel y todo, y que a duras penas le dejaban el espacio necesario para mover sus codos durante la ejecución". Una vez más hizo Liszt alarde de su virtuosismo, tocando a primera vista la difícil partitura con pasmosa facilidad. En cierto punto del primer movimiento se levantó del piano y con sus manos extendidas por sobre su cabeza, recorrió a grandes zancos la habitación, vociferando con entusiasmo uno de los temas. Cuando llegó a la parte del “finale” donde la orquesta mutua un Do sostenido frecuentemente repetido, a Do, mientras el piano se engolfa en un pasaje de despliegue en forma de escala, que recorre de uno a otro extremo el piano, Liszt exclamó con vehemencia: "¡Do! ¡Do! ¡No Do sostenido! ¡Espléndido!" Y cuando concluyó la obra se alzó, y volviéndose hacia el compositor le estrechó su mano calurosamente y dijo: "Tiene usted un verdadero talento amigo mío.  Siga adelante y no deje que le intimiden".

El Concierto en La menor Op. 16, es la única partitura para piano y orquesta que presenta la producción de Grieg, destacando en su primera edición una dedicatoria al pianista Edmund Neupart, quien la ejecutó en 1869 en Copenhague, en ocasión de su primera audición pública, obteniendo tanto el intérprete como la obra un éxito clamoroso. Neupart, le escribió estas líneas a Grieg: "El sábado su divino Concierto resonó en la vasta sala del Casino. El triunfo que alcancé fué tremendo. Ya en la cadenza del primer movimiento el público prorrumpió en una verdadera tormenta. Los tres críticos peligrosos, Gade, Rubinstein y Hartmann, sentados en sus butacas, aplaudían con todas sus ganas. Le envio saludos de Rubinstein y me hace decirle que está asombrado de haber oído una composición de tanto genio. Desearía trabar amistad con usted".

Incluida invariablemente dentro del repertorio de los más notables pianistas contemporáneos, esta página sinfónico-instrumental representa una expresión exquisitamente bella, que explora y expande los recursos tonales del piano a través de frases melódicas de un subyugante encanto. El desarrollo del "Concierto en La menor" se divide en tres movimientos, iniciándose con un "Allegro molto e marcato". Un redoblar de los timbales da cierta originalidad al comienzo, que se insinúa luego con un acorde potente a toda orquesta y un vigoroso pasaje descendente para el instrumento solista, entrando luego, sin más introducción a la exposición del melódico tema que prevalecerá, como el más importante, en la extensión de este primer movimiento. Con el lirismo propio de un artista romántico y sensitivo, Grieg derrama su inspiración, reflejando juegos instrumentales de irresistible delicadeza y por momentos con enfático impulso sonoro, hasta llegar a la tradicional "cadenza", donde vuelven a exponerse los temas ejecutados con anterioridad, elevándolos ahora con las brillantes entonaciones del teclado al máximo de expresión.

El segundo tiempo lo constituye un "Adagio" de tintes melancólicos, cuyos primeros compases son traducidos por la orquesta, para repetir luego el piano el motivo básico con matices poéticos de candorosa emoción. Una breve pausa separa a este movimiento del "Allegro moderato molto e marcato" que corresponde al final.

Un pasaje de brillantes efectos pianísticos conduce a un ritmo frenético, determinado por los instrumentos orquestales al traducir un tema pleno de vida y colorido, que recuerda a ciertas danzas noruegas. Poderosos pasajes descendentes en octavas otorgan al ejecutante ocasión de exhibir su virtuosismo, llegándose así a un majestuoso final.

 

Biografía

 

dvard Grieg nació el 15 de junio de 1843 en Bergen (Noruega). Desde pequeño mostró un interés por la música y el piano, sin duda influenciado por su madre, la mejor profesora de piano de Bergen. A pesar de una cierta y normal reticencia a practicar y ensayar, su amor por la música creció hasta el punto que lo único que quería ser en la vida era músico.

Grieg entró en el conservatorio de música de Leipzig, donde desarrolló sus conocimientos sobre la tradición musical europea. Durante sus estudios, se centró principalmente en las obras de Mozart y Beethoven, pero también pasó tiempo familiarizándose con compositores de su época como Mendelssohn, Schumann y Wagner. Acabó el conservatorio en 1862 con unas notas excelentes.

Edvard Grieg quería escribir música noruega, pero se daba cuenta de que tendría que salir del país para desarrollarse como compositor. Por tanto, se trasladó a Copenhague donde vivían otros compositores como Niels W. Gade, C.F. Emil Horneman, August Winding y Gottfred Matthison-Hansen. Gade, en particular, estaba bastante bien considerado y se convirtió en el primer ídolo musical que Grieg tuvo de verdad.

Con alguna de la gente que Grieg conoció en Copenhague, llegaría a tener una amistad que duraría toda la vida. Entre ellos estaba el compositor noruego Rikard Nordraak, cuyo entusiasmo por todo lo noruego pronto influyó en Grieg. Pero la persona más importante que conoció en Copenhague fue, sin embargo, su prima Nina Hagerup. Grieg se enamoró de ella, y se comprometieron en secreto durante las vacaciones de Navidad en 1864. El compromiso se hizo público en la primavera de 1865, y el regalo de compromiso que Grieg hizo a Nina fueron cuatro canciones con textos de Hans Christian Andersen, que era un buen amigo común de la pareja (Melodías del Corazón, Opus 5).

Los Grieg se trasladaron de Copenhague a Christiania para ayudar a crear una comunidad de música noruega en la capital. La familia vivía de los trabajos que Edvard realizaba como director de orquesta y los ingresos que recibía dando clases particulares de piano, y tenía poco tiempo para componer. En 1868, sin embargo, Grieg compuso su concierto para piano en La menor. Esta obra maestra supuso su despegue como compositor, y tras su publicación fue considerado como uno de los principales compositores de su tiempo.

Edvard y Nina llevaban una vida nómada, y viajaban mucho por toda Europa. Este patrón de conducta, de viajar sin descanso, se reforzó en 1875 cuando los padres de Grieg murieron con unas cuantas semanas de diferencia el uno del otro, dejándole sin hogar en Bergen. Además, sentía que se estaba anquilosando tanto artística como intelectualmente.

La crisis llegó en 1883 cuando Edvard dejó a Nina. Sin embargo, su amigo cercano Frants Beyer le persuadió para que se reconciliara con Nina, y también le convenció de que necesitaba un hogar al que regresar después de sus viajes por el extranjero. Beyer ayudó a Grieg a comprarse una parcela en Hop, a las afueras de Bergen, y en abril de 1885 Edvard y Nina pudieron mudarse a su nueva casa, Troldhaugen.

Grieg trabajó de manera extensiva con Bjørnstjerne Bjørnson a principios de la década de 1870, escribiendo la música para una serie de poemas de Bjørnson, su melodrama Bergljot, la obra coral Land Sighting y la obra de teatro Sigurd Jorsalfar. El proyecto más ambicioso de la pareja, una ópera basada en la historia del rey noruego Olav Trygvason, acabó en conflicto a causa de lo que debía tener mayor prioridad, si la música o el texto.

Al dar carpetazo al proyecto de la ópera, Grieg tuvo tiempo para componer música para el poema dramático de Henrik Ibsen, Peer Gynt. Esto trajo como consecuencia que Grieg y Bjørnson tuvieran una ruptura en su relación de amistad que duraría casi 16 años.

El estreno de Peer Gynt tuvo lugar en el Teatro Christiania el 24 de febrero de 1876. Grieg repitió el éxito inmediato de la obra escribiendo música para seis de los poemas de Ibsen (Six Songs, Opus 25). En 1888 y 1893, Grieg publicó las melodías más populares de Peer Gynt en Peer Gynt Suite I y Peer Gynt Suite II, que se encuentran entre las obras orquestales más representadas hoy en día.

Grieg se hizo famoso y relativamente acomodado. Fue el pionero de nuevos acercamientos a la música folclórica noruega, y en Francia se hablaba de dos estilos particularmente activos a finales del siglo XIX: la escuela rusa y la escuela noruega.

En sus muchos viajes a Europa, Grieg conoció y entabló una buena amistad con compositores como Peter Tchaikovsky, Johannes Brahms, Franz Liszt, Fredric Delius, Camille Saint Saens y Julius Röntgen. También tuvo una fuerte influencia sobre compositores posteriores, sobre todo Béla Bartók, pero también Maurice Ravel y Claude Debussy.

A pesar de que sólo le funcionaba un pulmón, Grieg se las arregló para seguir el ritmo de su agotador estilo de vida viajando sin parar como músico durante muchos años. Con el tiempo, sin embargo, este estilo de vida le pasó factura y puso prematuro fin a su carrera profesional. Grieg cayó gravemente enfermo mientras él y Nina esperaban el barco que les llevaría de Bergen a Oslo, desde donde iban a viajar a Inglaterra para participar en un festival de música en la ciudad de Leeds. Murió el 4 de septiembre de 1907 poco después de ser ingresado en el hospital.

                                                                                     

                                                                   Erling Dahl (troldhaugen.no)

Concierto en La menor op. 16 para piano y orquesta (Mov: 1)

Orquesta Sinfónica de Londres
Artur Rubinstein
1975